Invitadas por la Organización de Mujeres Empresarias del Uruguay, cuatro ejecutivas reflexionaron sobre los cambios que deberían promoverse.Unas cien mujeres, entre empresarias, emprendedoras y ejecutivas, participaron del encuentro “Benchmarking. Buenas prácticas laborales de equidad de género” realizado por la Organización de Mujeres Empresarias del Uruguay (OMEU), que abordó las acciones empresariales y de las mujeres trabajadoras a la hora de conciliar la vida familiar y la laboral.
El cometido de OMEU es motivar a emprender para que las mujeres tomen coraje y asuman riesgos, resaltó la presidenta de la organización, Elena Tejeira, al dar la bienvenida a la actividad. “Es difícil llevar una empresa adelante y hacerla crecer cada día”, señaló. Este año, OMEU llegó a más de 550 mujeres con distintas actividades. Tejeira explicó que la organización continuará en el camino de brindar capacitación, talleres e información para que las mujeres sigan creciendo como empresarias y dentro de las compañías.
Raquel Oberlander, directora general creativa y directora digital de Notable Publicidad, presentó el resultado de la encuesta «Conciliación familiar-laboral en Uruguay» realizada por OMEU, que registró que el 77% de las mujeres considera que las leyes existentes en el país son insuficientes para compatibilizar el rol de madre y trabajadora. Consultadas sobre medidas compensatorias dentro de las empresas, casi el 76% manifestó que no existen. En los pocos casos de respuesta positiva se resaltó la flexibilidad horaria, el medio horario de trabajo hasta los 12 o 18 meses del bebé, las salas de extracción de leche materna o la posibilidad de llevar a los hijos al trabajo.
Con ese marco se desarrolló un panel integrado por cuatro ejecutivas: Verónica Rudolph, gerente general de Claro Uruguay; Fernanda Brignoni, gerente de Capital Humano y RSE de Scotiabank Uruguay; Ana Inés Echevarren, CEO de Infocorp Banking; y Patricia Marques, socia de PricewaterhauseCoopers, que moderadas por Oberlander relataron sus experiencias.
Rudolph explicó que su trabajo hoy le permite tener flexibilidad horaria y que ha optado por dejar libres ciertas horas de su agenda para la atención exclusiva de sus hijos, inclusive en el horario de oficina. Brignoni resaltó los avances de las políticas en relación a la maternidad en las últimas dos décadas y también se refirió a la flexibilidad de horarios que tiene, que le permite compartir actividades con sus hijos; pero recordó que esa no es la regla para todas las madres en Uruguay. “Cuando recién comienza tu carrera laboral también estás empezando tu carrera de madre y las mujeres nos enfrentamos a la culpa de tener que pedir horas libres para llevar a nuestros hijos al médico. Son cosas en las que tenemos que seguir avanzando”, explicó.
Las panelistas compartieron además otras medidas que se aplican en las empresas en las que se desempeñan, como el horario part-time o la adopción de un día de trabajo a la semana en el hogar. “Estas medidas, aunque de manera informal, las fui incorporando en todas las mujeres con hijos de la empresa. En Infocorp nadie tiene que pedir permiso para ausentarse o pedir unas horas libres. Simplemente debe avisar que no va a estar”, señaló Echevarren.
Marques explicó que las empresas hace unos años no estaban preparadas para afrontar cambios y que en la actualidad se trabaja con resultados por objetivos que permiten que los trabajadores no tengan que cumplir ocho horas dentro de la oficina. “Estas políticas están muy desarrolladas a nivel internacional en PricewaterhouseCooper”, indicó.
Las cuatro oradoras coincidieron en que estos beneficios son buenos siempre que “se haga uso y no abuso” de ellos, y que además las nuevas políticas trascienden a las mujeres trabajadoras y benefician al conjunto de la sociedad.
Todas llamaron a reclamar por sus derechos y a exteriorizarlos en las compañías en las que se desempeñan.
Oberlander cerró la participación exhibiendo la campaña “Feliz día hombres”, que realizó la agencia Notable para el Laboratorio Urufarma. El spot sintetiza que la lucha por los derechos de las mujeres ha generado también un impacto positivo en los derechos de los hombres. “A una le gustaría que todo esto suceda naturalmente, pero la historia nos ha demostrado que no hay más remedio que imponer ciertas cosas par que después se desarrollen naturalmente”, culminó.